Un año después

Un lunes de esos que es mejor borrar del calendario, ni una a derechas. Es el epílogo a un fin de semana insustancial, con mucha gente alrededor, pero al final, la sensación de estar por estar. Hace ya un año que me fui, a estas alturas me estaba preguntando dónde viviría los 5 meses siguientes. Cuando llegué allí dejaba una vida hecha, programada, equilibrada, por la aventura, la sorpresa, y los altibajos. Hoy, que debería estar centrado, agusto, convencido... estoy más desubicado que entonces. Es verdad que dije que después de volver mi vida sería un libro en blanco, pero es que las hojas se llenan con pocas líneas.

Pero siempre hay que ver un lado positivo, hay gente cercana que lo está pasando mal, realmente mal, por familia, por trabajo... Y me doy cuenta de que lo mío no más que la inquietud de la elección. Tener varios caminos, y no saber cuál escoger. Quién tuviera la brújula de Jack Sparrow, o que todo fuera como en los libros en los que escogías el final según la página que leyeras.

Rosas y espinas

Como el año ha empezado con altibajos da la impresión de que va a ser la tónica. Al menos le da emoción al asunto. Comenzó con las rosas de cambiar la rutina de nochevieja por primera vez en muchos años, y la verdad, qué cambio, con la familia, fuera de casa, se disfruta mucho más, se empieza el año con más alegría. Un buen viaje, que se quedó corto, y un poco de fiesta nada más sonar la última campanada, lo demás, ya viene solo.

Como anécdotas más curiosas (que ya ha pasado tiempo y se me van olvidando), la comida de la empresa. En el restaurante, casi todas las chicas pidieron rabo de toro de segundo, así que la conversación comenzó a girar sobre ese tema:

-Pepito, eres el único chico que ha pedido rabo... ¿quieres confesarnos algo?...
...
-Buah, si es que de aquí no se puede aprovechar nada, no hay quien lo parta.
-Juanita, ¿es que no sabes comer rabo?. Te veo poca maña.
-Si, como a menudo, pero no estoy acostumbrada a que tenga hueso en medio...

Claro, luego uno acaba pensando mal y mirando lascivamente...

Y las espinas, pues que el tema del trabajo está peor de lo que pintan en la tele, hay poco, mal pagado y encima te exigen más por menos. Aunque me doy con un canto en los dientes, que tener algo aunque sea temporal no es para quejarse.

Pero el termino espinas ha salido últimamente en varias conversaciones. La típica espinita que todos tenemos clavada, de algo que no pudimos hacer, sobre todo con personas. Y ya conozco a gente que se la quitado, y que uno se queda más relajado, y ve que no hay tantos problemas como cuando te la clavas.

Matrix está cambiando

Es curioso ver que mientras yo tengo ganas de salir, de cambiar, de continuar viendo que hay por el mundo, otros no quieren moverse, están agusto como están. Esto sería una obviedad si no fuera porque el que quiere quedarse es precisamente el chico al que he entrado a sustituir en el trabajo. Dice que no quiere irse, que ha aceptado todavía no sabe cómo, pero se va a Alemania al menos 6 meses, prorrogables. Ya le he dicho que se lo cambio sin mirar, que pena no haber llegado hace tiempo, me habría faltado brazo para estirar cuando sacaron la plaza. Es más me ha ofrecido quedarme con su habitación en la casa que comparte. El precio es asequible, está bien comunicada, y la zona no está del todo mal. Pero tiene una gotera que le acaba de salir, así que nada, seguiremos esperando otra oportunidad.

También es curioso entrar en un restaurante, fijarte en la cara de alguien y decir: "uhmm ¿no será...?". Y te vuelves para preguntar "Oye, ¿esa no es...?". Pero no, la miras mejor y dices: "no es, han pasado muchos años sin verla, pero no es". Y efectivamente no es, y la confirmación te la da el hecho de salir del restaurante y ver que esa persona está en la cola esperando... a mí que me lo expliquen.

Y se acaba el año, y paso de hacer resumen, qué coñazo. Eso si, feliz 2009 a tod@s, feliz salida y entrada y que el año que viene sea, como mínimo, un poco mejor que este. Sed malos en Nochevieja...

Fin del maratón navideño

Pues ya se acabó el maratón de fiestas y reuniones. Si me ha quedado alguien por ver, tiene que estar o muy liado, o muy lejos, o no debe tener ganas de verme, porque si me dieran 1 euro por cada persona que he saludado o visto, la cuesta de enero iba a ser plana. No sé si es que estoy mayor o es que ha sido demasiada concentración, pero todavía sigo renqueante. Aparte de un catarro/gripe que me ha tenido 5 días en baja forma, sigo con la sensación de que no me apetece ver a nadie, que ya he visto a todo el mundo. Así que ahora no queda otra que esperar a Año Nuevo, para ver que novedades trae. Al 2009 le pediremos que sigan las cosas como están, y que si acaso mejore un poco y haga más comprensibles a los grandes enigmas del universo.

Esto de currar un día entre fiestas es deprimente, somos 4 esclavos (encima yo no tengo nada que hacer...) y el jefe viendo powerpoints (que se le oye la típica musiquita de Enya a todo volumen de vez en cuando). Poca productividad, casi costará más la luz y la calefacción que lo que se gane hoy, pero bueno, hay que aguantar que ya habrá vacaciones, cuando me las haya ganado.

Maratón navideño parte I

Tras el primer fin de semana de la maratón de cenas navideñas el sabor de boca es inmejorable. Sobre todo por ver a gente que no veía desde hacía mucho tiempo. Y, casualidades de la vida, después de no ver a alguien en 2 años, el mismo fin de semana le veo 2 veces. Ventajas de no ir a la "búsqueda del garito" es que pasamos una buena noche de cháchara, como tantas otras noches currando, pero sin tener que mirar las pantallas del ordena. Sólo para ver algún vídeo y "Muchachada Nui", que por cierto, el "Testimonio de Hulk Hogan" es bastante bueno. Al final resulto que acertamos, porque la búsqueda fue infructuosa, y somos los que mejor lo pasamos.
Y el sábado la nieve nos impidió juntarnos a todos los que queríamos, y la gente se echa novias y se va pronto, y los casados aguantaron al menos un rato, pero quedamos pocos valientes. Es lo que tiene ir haciéndose mayor, ni aguantas tanto ni las ganas son iguales.
Así que ahora quedan los eventos de esta semana, a los que creo que voy a tener que acudir con botella de suero colgando, cual paciente de Hospital Central. Pero quedarán los buenos ratos con los amigos, y al menos recuperar la sensación de volver, aunque sea algo tarde, a la vida que dejé aparcada hace casi un año.

Pre-navideño

Pues por fin actualizo, lamento la tardanza, y gracias a los fans incondicionales que reclamaban algo nuevo :)
La verdad es que por fin se tranquiliza un poco el ritmo, al menos de novedades. Esto de buscar curro y conseguirlo lleva su tiempo, pero al fin algo tenemos. No es el trabajo de mi vida, pero pagan a fin de mes, y es una puerta de nuevo a lo que me gusta. Aparte que he acabado rodeado de ex-compañeros (estamos 4 conocidos en 2 plantas y trabajando en 4 empresas distintas), sólo nos falta Operador y aquello será como esos días en el NOC que tan lejanos parecen.
Ahora llegan las fiestas navideñas, que se llenan de cenas y reencuentros (2 este fin de semana y otras 3 la semana que viene), así que es como empezar una carrera de fondo, no se puede dar todo en todas, porque podría engordar 10 kilos e insuflarme adrenalina en vena para tenerme en pie. Así que a ver si estos días dan algo de inspiración que a veces se pierde entre tanto ajetreo y no cuaja en un post.
Seguiría hablando de las mujeres, pero lleva mucho tiempo, ya lo dijo Doc Emmett Brown, que son el gran misterio del universo. Supongo que para ellas seremos lo mismo, aunque a mí siempre me resulta más fácil vernos venir. El papel de "entretenedor", bien definido por un compañero de fatigas, cansa, el lado oscuro no está funcionando, así que habrá que dejar que llegue 2009 para ver lo que trae.
Y para terminar, poco más, que ya haremos resumen del año en unos días, es lo típico.

La delgada línea

Debo tener cara de confesor, o de consultorio sentimental, lo que está claro es que no la tengo de Beckham, o de George Clooney, porque desde hace tiempo, todas las mujeres se empeñan en contarme sus problemas sentimentales y/o relaciones actuales y pasadas. Eso si, nada de "vamos a cenar y luego lo que surja" o "mira que descampado tan majo, para el coche".

Más o menos todo empezó cuando dejé "el lado oscuro", y eso deben notarlo, porque la cosa cambió radicalmente. Me siento muchas veces como el monólogo de Pablo Motos sobre "Ella te quiere... como amigo" (muy recomendable su lectura). Ahora como te ven un tío majo ya te pueden hablar sobre esos temas tranquilamente, porque las comprendes, las entiendes, las animas, les das consejos "con la visión de un tío"... claro, para eso si que soy un tío ¿no?. Porque en esos momentos eres como un hombre, pero que le han desactivado la actividad sexual, y claro, te pueden contar lo que sea.

Lo peor es que cuanto más me pasa, más me doy cuenta de que las mujeres o no saben lo que quieren, o lo saben... pero no les gusta (reconocido hace menos de una semana por una de ellas). Y claro, los tíos majos que merecen la pena (venga va, me voy a incluir en el lote) tenemos que currárnoslo 3 veces más que "los otros". Si mandas mensajes "normales", con pocas muestras de que te interesas, es que no te gustan lo suficiente y no te atreves, pero si los mandas dando muchas, entonces es que eres un desesperado y agobias... ¿¿¿???. Eso sí, desaparece unos días, o cuelga unas fotos en el tuenti de una juerga y ya las tienes pensando en ti dos días, aunque sea para ponerte a parir, pero ahí las tienes... En fin, que lo mismo hay que volverse al lado oscuro para que te hagan caso.

Así nos va...

Llevo tiempo sin escribir, aunque a veces me entran ganas. Es verdad que no es que haya grandes novedades, la búsqueda de empleo es lenta y monótona, pero es lo que hay en tiempos de crisis. Así que actualizaciones se me ocurren a veces, pero luego nunca termino de encontrarlas interesante.

Lo que pasa es que hoy, leyendo en el periódico sobre la victoria de Obama, que creo que aporta algo de aire fresco, no sólo en los conservadores EEUU, también en el mundo, me encuentro con una de las noticias más leídas en la lista que aparece en el lateral. "Una exclusiva de 350.000 euros", así parece que le habrán pagado a Jesulín una pasta por contar que nunca ha sabido leer, o a la Duquesa de Alba por decir que la mueven por control remoto, cualquier cosa. Pero no, la noticia es esta:

Exclusiva de 350.000 euros

Cuando leo algo así no hace falta preguntarse porque somos lo que somos, porque se nos considera el norte de África, y tantos otros tópicos. Yo creo (o quiero creer) que hay una esperanza de salvar este tinglado llamado España, que son las televisiones las que nos hacen creer lo que quieren, pero es que con cosas así me lo ponen muy difícil. Un chorizo bigotudo, liado con una folclórica, eso es lo que mueve dinero en este país, que son 60 millones de pesetas, joder, que no lo ganaría yo eso en 15 años con un buen sueldo... En fin, circo, pan y luego cuéntale a un chaval de 15 años que trabaje, que estudie y que se esfuerce en ser honrado. Con semejantes ejemplos y con 10 temporadas de Gran Hermano lo que no sé es como no nos hemos convertido en el escenario real de Mad Max.

Atrapados en el ascensor

Ese era el título de una canción ochentera de "Un pingüino en mi ascensor", y ayer acabamos el sábado así, pasándonos de piso medio metro porque no es posible meter 6 personas en un ascensor de 4 y que salga todo bien. Pero claro, si sales a las 6 de la mañana de una casa, con 3 personas ebrias, 2 a medias y una normal (un servidor que es responsable con el coche), pues no vas a bajar en 2 tandas, que va, es mucho más divertido comprobar si cabe todo el mundo a la vez. Y claro, nos pasamos de frenada... Qué risas, uno diciendo: "tranquilos, no pasa nada, que llevo una botella de whisky... lo malo son los hielos, a ver si nos los pueden pasar por la rendija...". Alguno panicando un poco, con el móvil llamando a la dueña de la casa, a los bomberos... y el altavoz de emergencia que repetía y repetía que estaba analizando automáticamente la avería y que enseguida nos pasarían con un técnico... menos mal que no estamos todavía esperándole.
Y cuando por fin llegan los bomberos, pues claro, no podían estar callados:

Bombero: A ver... esto cómo va.... ¿cuántos estáis dentro?...
Borracho 1: Pues unos 13 o 14....
Bombero: Ok, ya estamos abriendo y comprobando todo, esperad un poco....
Borracho 2: Tranquilo, si tenemos tiempo, no nos vamos a mover de aquí.....

En fin, que cuando salimos ya nos explicaron que llevaban media noche así, que era como la quinta o sexta salida que hacían por lo mismo.... ¿Madrid está lleno de ascensores con gente borracha?...

Conversaciones pendientes

Con los años quedan conversaciones pendientes. Y una noche, por ahí, desinhibido, pues surgen, y las cosas se hablan con mayor naturalidad de lo esperado. También con el tiempo transcurrido se ve todo con otro ángulo, entiendes las circunstancias, y comprendes mejor otros puntos de vista. Ayuda también que la otra persona tenga una mentalidad abierta y que haya cierta conexión en las ideas que piensa cada uno, porque facilita la comunicación y todo parece más sencillo. Incluso hablar temas comprometidos, como situaciones embarazosas, o momentos en los que cuesta valor lanzarse, se ven desde una perspectiva más madura, menos problemática.

También sirve para darse cuenta de los errores propios, de que uno cree actuar para 2, y sólo actúa para uno mismo, de que a veces no es bueno poner la venda antes de la herida, de que hay que racionalizar lo justo, no más de la cuenta. Y así las cosas se hablan y se queda uno más agusto, se contestas preguntas pendientes y uno se libera de la carga que llevaba por iniciativa propia.