jueves, 17 de julio de 2008

Asturias, patria querida...

... y el resto, territorio reconquistado. Viajar es un placer, a menos que se indique lo contrario. Y qué mejor destino que el Paraíso Natural, que si que lo es. La anfitriona oficial del Norte, que siempre nos lleva a los mejores sitios (es como una Guía Michelín, pero mucho mejor y encima más cariñosa), nos llevó esta vez a comer a un restaurante típico de Villaviciosa. 12 euros, 3 platos, ¿alguien da más?. Pues si, porque encima los platos eran a lo restaurante de "Las 12 pruebas de Astérix", a ver quien se acababa aquello. Ni entre 3 pudimos con las fabes, y el cordero el pobre nos miraba desde el plato como diciendo: ¿y pa esto me han matao?. Aquí surgió una de las grandes frases del viaje: "La evolución debería tener buzón de sugerencias" (El Becario).

Y nada, playita cuando se pudo, un descenso eteeeerno del Sella en canoa, que debe ser junto al estanque del Retiro, la masa de agua más quieta del país. Operador (que tiene post de Asturias también) y el Chiqueto pusieron la directa al final, cuando los demás no podíamos ni con el alma. "No podemos recogeros en otro embarcadero salvo por emergencia", nos insistían al principio. Claro, ¡porque el suyo era el último!, la gente debe desear que les ataque un cocodrilo para poder salir antes...

Para volver muchas visitas juntas, que parecía un ministro de gira, y muchos kilómetros por carreteras inacabadas. Qué manía de hacer autopistas y no terminarlas, tú tan contento con tus carriles y de repente se terminan y aparece una comarcal, con sus camiones, sus pueblos y sus curvas sinuosas. Al menos mereció la pena y las visitas, aunque cortas y tarde, pude compartir buenos momentos por Santander y Salamanca. Gracias por la "pluma de cerdo" que no la conocía, y por el paseo nocturno, que con tanta prisa no pude ni dar las gracias.

Y para acabar, pues la vuelta nocturna, con el depósito pidiendo sopa, y allí por la autopista de noche y ni una gasolinera. Menos mal que cuando me quedaban 20kilómetros de autonomía encontré una abierta, porque me veía durmiendo en el arcén de la carretera. Sonó el "uyyy" en las gradas.

lunes, 7 de julio de 2008

Post-Erasmus

Ya una semana de vuelta, aunque se ha pasado más lenta de lo que esperaba, no como los 3 primeros días. No sé como explicarlo pero es complicado adaptarse tan rápido a un regreso tan brusco. Un día estás haciendo la maleta y al siguiente estás de boda con tus amigos de siempre.

Es una completa sensación de "irrealidad", porque estabas viviendo una vida, que no era la de siempre, pero es algo más largo que irte a un viaje con amigos, o a un campamento de verano. Por una parte sabes que se acaba, que no es una vida real, es sólo una vida temporal, que todo el mundo se va y que aunque te quedaras no sería lo mismo, que tienes que volver y que hay gente que te espera. Pero por otro lado cuando vuelves piensas: ¿y esto era mi vida?... Porque da la sensación de que no encajas, de que han cambiado muchas cosas, aunque lo único que ha cambiado eres tú. Tienes ganas de ver a la gente, pero a la vez no. Es como en "Regreso al futuro", cuando cambian el pasado. Al que yo quería volver era al pasado de hace 6 meses, cuando tenía la vida hecha. El de ahora es un presente alternativo, en el que hay que volver a rehacer muchas cosas.

Será la depresión post-Erasmus esa que dicen, que se acaba superando como todo. Pero cuesta. He encontrado en un blog algunas teorías sobre el Erasmus que son válidas como resumen. Lo que pasa es que quizá sólo se entiendan cuando lo has vivido, porque a mí me lo contaban pero no es lo mismo. Ahora lo entiendo todo... demasiado bien.

http://pipusinerasmus.wordpress.com/2006/06/30/teorias-erasmus/

CPH

Este post va sobre Copenhague, esa ciudad al este de Dinamarca que dicen que es su capital, y que nos ha acogido durante unos cuantos meses. Probablemente se entienda poco, o lo entiendan pocos, pero es que si no lo escribo puede que algún día se me olvide.

Cuando estás allí no te das cuenta, pero cuando vuelves, te acuerdas de todos esos detalles que hacían especial esa ciudad. Yo tenía mi resi, con sus pasillos desiertos, su cocina desierta, sus danesas poco habladoras, sus asiáticas picantes, el campo de fútbol, las camisetas del brondby, el aro, risitas, el cartero, los helados, el cooking research, los ajos, los champiñones del netto, el agujero infernal, el festival de los pocos canales, el lago, el vecino rapero de arriba, los chinos secuestradores, el veborreader, las no-persianas...

Y para moverse de allí había que pasar por el callejón del viento, el rodovre stationscenter, coger el s-tog hacia kobenhavn h, o el 200s, el 350s de día, el 81n o el 93n de noche, las bicis "prestadas", el metro, flintholm o vanlose, el 21, el 161 para ir a kagsa, las líneas B, C o H, los revisores.

Los lugares como la IHK, tempovej, la sports, KURSIST, el happy pig, el LA bar, el basement, el studenterhuset, Norreport, Kobenhavn H, Kongens Nytorv, Nyhavn, el tiger, el netto, la emma, stroget, el 7 eleven (cualquiera de ellos), el moose, la barbacoa de kursist, los "barcos del amor", los trenes regionales, Berlín, Praga, Viena, Bratislava, Budapest, Hamburgo, Malmo, Goteborg, Oslo, Fredericia, Arhus, Odense, Skagen, Estocolmo, Helsinki, Aalborg, Mon, Helsingor, Hillerod, Roskilde, los danhostel, los mcdonalds, los burger king, las oficinas de turismo, las de cambio de moneda, los autobuses suecos, los trenes alemanes (los europeos en general), el aeropuerto de CPH, la playa de Oresund, la de Klampemborg, Ballerup, Rodovre, Osterport, la Sirenita.......

Y como no, la gente que lo ha hecho inolvidable, y que ha sido lo más difícil de dejar, los 3 Diegos, los 2 Migueles, Lara, María, Marta, Natalia, Jorge, Juanma, Pedro, Álvaro, Johan, Nick, Jef, Jill, Marten, Adam, Solenne, los 2 Jaimes, Iker, César, Pablo, Curro, Mike, las 2 Saras, Rut, Sheila, Carmen, Clara, Elena, Elsa, Jesús, los asturianos Álvaro y Alberto, Jul, Carlos... y los danesitos y danesitas que nos miraban como a bichos raros.

Y muchos recuerdos, y muchos paisajes, y muchas fotos, y 5 meses que valen por mucho más.