domingo, 25 de febrero de 2007

Metas

En la vida te vas marcando objetivos, y mientras trabajas para conseguirlos tus esfuerzos y pensamientos tienen una dirección marcada, por lo que es fácil seguir una línea. Pero a veces dudas y pierdes esa referencia. Ya no sabes si lo que intentas conseguir es posible, o si estás capacitado para ello. Hay que saber escoger conociendo las necesidades y las limitaciones de cada uno. Pero eso, por fortuna, sucede las menos de las veces, siempre sueles llegar a lo que quieres. A veces más pronto que otras, o quizá con mayor esfuerzo, pero se llega. El problema viene cuando llevas persiguiendo algo mucho tiempo, y empiezas a ver que estás muy cerca. Es como subir un puerto de montaña en bicicleta. Al principio la coges con fuerza, luego tienes ratos de flaqueo, quieres abandonar, dejar la bici tirada y volver a casa, más tarde ves que hay un descanso, un cartel que va anunciando la meta... y por fin la ves. Lejana, entre la niebla quizá, pero allí a lo lejos aparece después de mucho pedalear. Y aquí es donde te empiezan a temblar las piernas, pero no sólo por el cansancio, sino por la pregunta "¿Y después qué hay?". Después de tener algo en mente ver que estás cerca de lograrlo produce cierto vértigo, y ya no ves las cosas tan claras. Empiezas a dudar y tienes que buscar una nueva referencia. O tal vez surjan esas dudas porque lo que has logrado y que tanto interés despertaba no es lo que tú pensabas. "¿Tanto esfuerzo ha valido la pena?", es la pregunta que te haces. Yo pienso que si, que todo lo que sea alcanzar objetivos es bueno. Tal vez no eran lo que esperabas, o te plantee dudas sobre lo que conlleva, pero te dan la fuerza y la seguridad necesarias para decir "he logrado esto, lo siguiente también".

Para terminar un par de citas, que suelen expresar mucho en pocas palabras:

-Ten cuidado con lo que deseas, porque puedes conseguirlo. (Desconocido)
-No pidas a Dios una carga ligera, sino unas espaldas fuertes. (Winston Churchill, creo)

jueves, 22 de febrero de 2007

Carnavales

Que bonito es viajar a Cádiz en carnavales. Sobre todo si es en un bus donde no te caben las piernas, en el que pasas 20 horas en 3 días y que hace la carretera más larga de lo que parece. Si al menos nos hubiera dejado cerca, en vez de a 30 kilómetros (donde estaba el hotel, que son 2 horas de transporte publico) pues hubiese sido menos cansado. Pero hoy no voy a quejarme más, que luego parezco una plañidera (bueno, de eso tengo bastante) y me quiero quitar la fama. El ambiente que pudimos ver era bastante bueno, y las risas que te echas con la gente disfrazada, y el llenazo de las calles y plazas, mu chulo. Nos faltó algo más de tiempo para ver chirigotas, murgas y comparsas, pero ya volveré, ya...
Debería escribir algo más interesante, pero es que después de los exámenes hay sequía mental, y mucha quemazón con el curro, pero eso es normal, ¿a quién no le pasa?. Así que al menos pondré pensamientos y frases sueltas, que poco a poco van saliendo a lo largo de los días, aunque sin relación directa entre ellos:

-El que es pringao lo es siempre, eso no cambia. Es como al que le falta una pierna, no tiene solución.
-El amor realmente es un potenciador. Es como la sal del sexo.
-Las empresas son como las corridas de toros, te acaban banderilleando y clavando puyas, pero tu sigues yendo y aguantando, hasta que te meten la estocada.


Y para terminar:
La vida es simple: toma decisiones, y no mires atrás.

sábado, 10 de febrero de 2007

Exámenes

Acaba de terminar una época de desasosiego típica en la vida de cualquier universitario: los exámenes. Durante un mes aproximadamente (pocos son los que empiezan antes) todo son prisas, fotocopias, apuntes de última hora, estampitas... y muchas horas sentado en la mesa con los tacos de folios delante, ya sea en casa o en la biblioteca. Y como todo en la universidad, con el tiempo, aunque las bases sean las mismas, va cambiando de fisonomía. Al principio te pasas las primeras clases atendiendo y cogiendo apuntes, pero cuando llevas varios años, los apuntes se cogen desde la cafetería, o echando un mus en las mesas de los pasillos. También vas a casi todas las clases porque crees que son importantes, y que es fundamental que atiendas. Pero luego acaba siendo más importante un rato de césped al sol, que tirarte una hora viendo a un tío que te va a suspender contando tonterías en una pizarra, aunque en los tiempos modernos eso no se lleva, ahora son pantallitas blancas que bajan del techo y en las que se exponen fabulosas creaciones de powerpoint.

Pues con los exámenes también pasa algo parecido, y lo peor es que es en este aspecto cuando descubres que te vas haciendo viejo. Antes tenías las 3 semanas para hacer los exámenes, pero eran a tiempo completo. Ya te administrarías las horas desde las 12 que te levantabas, hasta la 1 o las 2 que te acostabas. Ahora no, ahora tienes que repartirte las 2 o 3 horas que te quedan por la tarde después de llegar de currar. Antes, en esas 3 semanas, te presentabas a 7 u 8, porque tú podías quitártelas todas (mentira, pero era para llenar tiempo y tener mayor probabilidad de acierto) y no sabes cómo, pero podías. En ese tiempo te estudiabas todas con mayor o menor acierto (siempre menor, además estudiabas, no repasabas, porque eso implicaría que las habías estudiado antes). Ahora te presentas a 1 o 2 y estudiando un mes antes te falta tiempo, te faltan ganas. Ya no entran las cosas como antes, porque aunque ibas a pocas, algo se te quedaba de las clases, pero ahora ya no vas, porque no tienes tiempo. Y aunque vayas, te sigues sintiendo mayor, porque, al igual que en la biblioteca, las caras ya no te suenan. Antes conocías, aunque fuera de cara, a toda la clase, y en cambio ahora te sientas en la biblioteca y no te suena ni una cara, cuando antes te sabías hasta los horarios de entrada, comida y salida de las tías que pasaban por allí. Ahora todos son niñatos con gorra, y niñas modernas que te miran como diciendo: "mira este, menudo fracasado, a su edad y todavía le quedan". Joder, es que al final, aunque no lo piensen ellos, lo acabas pensando tú.

Así que a ver si hay suerte y esto se va acabando. Lo peor es que el día que se acabe querré volver a lo de antes, porque al menos eras universitario, y te hacían descuentos (pocos, que esto es España), y pensabas en lo que harías cuando acabaras, y creías que te iban a pagar un sueldo decente por tu trabajo...

lunes, 5 de febrero de 2007

Reflexiones de Lunes

Navegando por ahí descubres cosas que te hacen pensar si de verdad merece la pena madrugar y venir un lunes a currar (es una versión algo modificada del chiste original):

Estaba un grupo de turistas norteamericanos recorriendo las calles de un pueblecito rústico mexicano. Uno de ellos ve a un campesino tirado a la sombra de un árbol descansando. El turista se acerca y se pone a hablar con él:
- Hola amigo, ¿Cómo estar tú?
- Muy bien jefe, aquí descansando.
- Dígame, por qué usted no trabajar más por sus tierras.
- ¿Y para qué?
- Para tener grandes cosechas y vender más.
- ¿Y para qué?
- Así tú poder ganar más dinero y comprar ganado.
- ¿Y para qué?
- Con el ganado hacer reproducir y vender y ganar más dinero.
- ¿Y para qué?
- Para tener una casa bonito y vivir tranquilo y descansar.
- ¿Y qué estoy haciendo?
- ...........

Como mientras haces todo esto suena música por los cascos, pues alguna canción refleja parte de lo que uno, por circunstancias que te toca vivr, siente o piensa, y que quiere cambiar.

Mi rendición (Revólver)

Hice mal en darlo todo por perdido
y no supe conservar lo que me dio.
Caminé con paso firme y decidido,
al final que tristemente me marcó.

Dicen que el tiempo es la cura
pero nadie me asegura
que no vaya a estar aquí,
sentado en una escalera, acordándome de ti...

Ya no volveré a apostar por nadie.
Ya no volveré a ser como soy.
Ya no volveré a nuestra calle.
Ya no volveré a firmar mi rendición.

Fuiste como un vendaval que atravesaba por mi vida
y la corriente me estrelló,
contra el color de tus ojos. Me quedé sin voluntad
y convertiste mi amor en algo de usar y tirar.

Me dejaste bien colgado y lo hiciste bien.
Tu rompiste en pedazos mis cimientos y mi fe.

Dicen que el tiempo es la cura
pero nadie me asegura
que no vaya a estar aquí,
sentado en una escalera, acordándome de ti...

Ya no volveré a apostar por nadie.
Ya no volveré a ser como soy.
Ya no volveré a nuestra calle.
Ya no volveré a firmar mi rendición.

jueves, 1 de febrero de 2007

Esquí

Una pequeña reflexión, después de ver el estado de las pistas de esquí, como profano en la materia. Tal vez sea que uno ya tiene la mente deformada, pero es que en las categorías está el tipo de nieve, y en la mayoría es polvo. Claro, lo ves en la tabla y al final parece otra cosa, como en el siguiente ejemplo:

Tipo de Nieve

Observaciones

Polvo

Abierta

Dura

Abierta

Húmeda

Abierta


Menos mal que aclaran que es el tipo de nieve, porque parece otra cosa... Pero es que luego hay mas tipos, que tampoco dejan muy clara la cosa:

Tipo de Nieve

Dura-Primavera

Polvo-Dura

Fresca


Y claro, te surgen las dudas. Lo de polvo-dura, es una redundancia, porque si no está dura, pues dificilmente. Y lo de dura-primavera, eso ni con un bote entero de Viagra... Aunque lo que termina de confundirte es lo de fresca, porque ¿seguimos hablando de nieve, no?.
En fin cosas que se le ocurren a uno por la noche después de pasar demasiado tiempo estudiando.