viernes, 26 de diciembre de 2008

Fin del maratón navideño

Pues ya se acabó el maratón de fiestas y reuniones. Si me ha quedado alguien por ver, tiene que estar o muy liado, o muy lejos, o no debe tener ganas de verme, porque si me dieran 1 euro por cada persona que he saludado o visto, la cuesta de enero iba a ser plana. No sé si es que estoy mayor o es que ha sido demasiada concentración, pero todavía sigo renqueante. Aparte de un catarro/gripe que me ha tenido 5 días en baja forma, sigo con la sensación de que no me apetece ver a nadie, que ya he visto a todo el mundo. Así que ahora no queda otra que esperar a Año Nuevo, para ver que novedades trae. Al 2009 le pediremos que sigan las cosas como están, y que si acaso mejore un poco y haga más comprensibles a los grandes enigmas del universo.

Esto de currar un día entre fiestas es deprimente, somos 4 esclavos (encima yo no tengo nada que hacer...) y el jefe viendo powerpoints (que se le oye la típica musiquita de Enya a todo volumen de vez en cuando). Poca productividad, casi costará más la luz y la calefacción que lo que se gane hoy, pero bueno, hay que aguantar que ya habrá vacaciones, cuando me las haya ganado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Conozco la sensación de trabajar el día en el que "todo el mundo" tiene puente. Es penoso, pero más penoso aún es no tener un trabajo del que quejarse ;-)

Enhorabuena por haber pasado las temibles fiestas navideñas "with flying colours".

Un beso!