Por fin una ventaja

Tras estos primeros días de negatividad (sí, lo reconozco soy muy dado al pesimismo y la autoflagelación, acompañados de un plañiderismo agobiante) al fin hoy he tenido un momento más que gratificante. Una de esas ideas que siempre he tenido en mente, pero que en España no veía posible. Como esta gente no usa bañeras, sino que tiene un desagüe en el suelo y la ducha es, básicamente, todo el baño, queda todo hecho un asco, al menos hasta que compré una cortina, que al menos deja el agua en un cuadrante reducido del suelo del baño. Pero hoy le he visto la aplicación práctica: el lavado por aspersión. Siempre que limpiaba el cuarto de baño pensaba que era un coñazo pasar el estropajo y luego secar con la bayeta, aparte que no le pasabas el agua bien a cada elemento. Pero hoy me he desquitado, he limpiado todo concienzudamente con ajax multiusos (que ya estaba harto de ducharme con chanclas en mi propia habitación) y he cogido la ducha y ¡a regar!. Oye, qué maravilla, el lavabo, el váter, la repisa, las paredes, como en la cárcel cuando lavan a los presos, todo al desagüe del suelo. Ahora tendré que esperar un par de horas para no tener que usar piragua para lavarme las manos, pero ahí queda, reluciente y aguado.

Por cierto, ya tengo sofá-cama para quien se quiera (o se atreva) a venir. Mañana lo estrenará mi primera visita, que lo malo es que llega un poco pronto, y aún no conozco la ciudad. De hecho, aún no he visto "la Sirenita" y ya llevo 3 semanas aquí. Es que con tanta mudanza y tanto papeleo, esto no parece un Erasmus, parece una película de los hermanos Marx.