Adaptación

Qué mal acostumbrado estoy. En mi casa vivía muy bien, y ahora que tengo que buscar y pensar en todo, es mucho cambio. No es lo mismo irse con alguien conocido, aunque sea por mucho tiempo, que irse solo, a un país tan distinto, cuando tienes que comprar sin saber lo que lees, cuando es una ciudad grande y todo te parece nuevo aunque hayas pasado 4 veces por el mismo sitio. Es que encima las calles tienen unos nombres que suenan a lo mismo.

De todas formas, estos nórdicos son un poquito sosos. Me ha tocado el pasillo de residencia más aburrido que se conozca. Nadie come ni cena en la cocina y cada uno hace vida en la habitación. ¿Para esto me vengo de Erasmus?. Al final echaré de menos Gales, con la mierda de residencia que era, ¡pero qué ambientazo!. A ver si aparece alguien por ahí y le pillo para que me cuente su vida.

La verdad es que mucho estrés para lo poco que he hecho. El transporte muy caro, pero luego tampoco es ninguna maravilla, los trenes tienen el mismo horario que el Cercanías, o peor. Y los buses tardan un huevo en llegar a los sitios. Nunca pensé que dependiera tanto del coche, lo que descubre uno cuando viaja.

Seguiremos informando.