Road trip
Hay cosas que tienen que surgir, que no se pueden planificar con tiempo, porque acabas haciendo planes que luego no salen.
En dos horas de la tarde del miércoles Operador y yo decidimos que había que pasarse medio fin de semana en el coche, porque si no, no lo haríamos nunca. Dos ciudades, que se convirtieron en 3, porque un "grande de la noche" tenía por fin un fin de semana libre. Madrid, Elda, Alicante, Granada y vuelta. Muchos kilómetros, pero sobre todo, muchas ganas.
La ida se hizo fácil, poca gente en la carretera, dos chavales en un coche y mucha conversación. Al final nos esperaba el primero de todos los que teníamos que ver en sólo 2 días. Así que a aprovechar y a moverse por la noche alicantina.
Pero el destino a veces gasta las bromas en el peor momento. ¿Cómo se puede romper el embrague justo 1 minuto después de quedar?. Justo antes de salir a carretera. Al menos pudieron recogernos y salir en un ámbito reducido, aunque algunos aguantamos poco (quiero decir yo) porque al día siguiente tocaba estar fresco, y el viernes había sido muy largo.
Antes de salir una paellita casera (de esas que resucitan a cualquiera) y más carretera. Justo se iba el sol al llegar a Granada, y toda Sierra Nevada era un espectacular fondo de pantalla. Una hora para llegar al hotel, dando vueltas, pero por fin un reposo.
Tocaba empezar a cuadrar los planes, y no era fácil. 3 grupos cada uno diferente y en distintos puntos de la ciudad. Tras unas tapas, a recoger al "otro rey de la noche". Nadie sabe cómo, pero acabamos 4 ex-compañeros de curro juntos... y todo planeado con 2 días de antelación.
Pero aún quedaba algo más, el poder materializar tantas noches hablándole a una ventanita del ordenador. Dos besos, qué tal va la noche?, habéis podido aparcar?, lo típico, pero nada típico. Después de un futbolín y unas copas a encontrar la discoteca, que se nos resistió un poco, porque la noche nos confunde. Y mucho ambiente, y mucha gente, y muchas salas, y la música un poco alta. Y yo sin hacer nada, como siempre. Menos mal que la noche fue pasando y las cosas empezaron a verse mejor. Y un rincón de la planta de abajo acabó con la incertidumbre...
Y se acababa la noche, y comenzaba a amanecer. La vuelta al hotel con luz de día se hizo mucho más llevadera. Y poder dormir, aunque sólo fuera una hora, pero con una sonrisa.
Lo peor, como no, la vuelta. Dejar en Granada muchas cosas, mucha noche. Ir volviendo poco a poco a la realidad, según van pasando los kilómetros en el arcén. Despedirte de todo el mundo, dejar a todos y ver que se quedan lejos. Pero queda el consuelo de que habrá más viajes, más oportunidades (verdad, Operador?), y de que el recuerdo quedará como el de un viaje mítico. Ese que recuerdas con nostalgia con el tiempo, porque lo hiciste por alguien.
En dos horas de la tarde del miércoles Operador y yo decidimos que había que pasarse medio fin de semana en el coche, porque si no, no lo haríamos nunca. Dos ciudades, que se convirtieron en 3, porque un "grande de la noche" tenía por fin un fin de semana libre. Madrid, Elda, Alicante, Granada y vuelta. Muchos kilómetros, pero sobre todo, muchas ganas.
La ida se hizo fácil, poca gente en la carretera, dos chavales en un coche y mucha conversación. Al final nos esperaba el primero de todos los que teníamos que ver en sólo 2 días. Así que a aprovechar y a moverse por la noche alicantina.
Pero el destino a veces gasta las bromas en el peor momento. ¿Cómo se puede romper el embrague justo 1 minuto después de quedar?. Justo antes de salir a carretera. Al menos pudieron recogernos y salir en un ámbito reducido, aunque algunos aguantamos poco (quiero decir yo) porque al día siguiente tocaba estar fresco, y el viernes había sido muy largo.
Antes de salir una paellita casera (de esas que resucitan a cualquiera) y más carretera. Justo se iba el sol al llegar a Granada, y toda Sierra Nevada era un espectacular fondo de pantalla. Una hora para llegar al hotel, dando vueltas, pero por fin un reposo.
Tocaba empezar a cuadrar los planes, y no era fácil. 3 grupos cada uno diferente y en distintos puntos de la ciudad. Tras unas tapas, a recoger al "otro rey de la noche". Nadie sabe cómo, pero acabamos 4 ex-compañeros de curro juntos... y todo planeado con 2 días de antelación.
Pero aún quedaba algo más, el poder materializar tantas noches hablándole a una ventanita del ordenador. Dos besos, qué tal va la noche?, habéis podido aparcar?, lo típico, pero nada típico. Después de un futbolín y unas copas a encontrar la discoteca, que se nos resistió un poco, porque la noche nos confunde. Y mucho ambiente, y mucha gente, y muchas salas, y la música un poco alta. Y yo sin hacer nada, como siempre. Menos mal que la noche fue pasando y las cosas empezaron a verse mejor. Y un rincón de la planta de abajo acabó con la incertidumbre...
Y se acababa la noche, y comenzaba a amanecer. La vuelta al hotel con luz de día se hizo mucho más llevadera. Y poder dormir, aunque sólo fuera una hora, pero con una sonrisa.
Lo peor, como no, la vuelta. Dejar en Granada muchas cosas, mucha noche. Ir volviendo poco a poco a la realidad, según van pasando los kilómetros en el arcén. Despedirte de todo el mundo, dejar a todos y ver que se quedan lejos. Pero queda el consuelo de que habrá más viajes, más oportunidades (verdad, Operador?), y de que el recuerdo quedará como el de un viaje mítico. Ese que recuerdas con nostalgia con el tiempo, porque lo hiciste por alguien.
4 comentarios:
suena a q lo pasastéis muy bien... eso sí, suena más cansado todavía!! :D
...prefiero no hablar del Viernes...
...pero...
...¡Sábado Legendario!...
...pa lo bueno y pa lo malo...
...es que soy un jodido cenizo que le vamos a hacer...
...no me deberia de quejar tanto...
y jiiiijiiii
Biennnn... qué buen finde!
Con el tiempo os reiréis de los percances del viernes.
Besitos!
Ha sido un gran finde, y espero que nos riamos del viernes cuando pase el tiempo ;)
Lo que si es cierto es que el Sábado será irrepetible.
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