Niños, Reyes (princesas) y lotería

Ya han pasado las entrañables fechas navideñas. La gente vuelve a trabajar después de las vacaciones, los proyectos arrancan, los propósitos se escriben en una hoja excel y todo el mundo con las pilas cargadas, listos para afrontar 3 meses sin una sola fiesta en el horizonte. Claro que eso es ver el vaso medio vacío, porque si lo ves medio lleno dan ganas de ahogarse en él...

Lo típico hoy es felicitar el año a la gente que no habías visto, comentar las cenas y comidas con la familia, y claro, surgen las típicas preguntas:

-¿Qué te han traído los reyes?
-... ¿y la lotería? ¿te ha tocado algo?

A la primera pregunta se contesta que si un jersey, que si cosas para la casa, que si el último cd de melody... pero los Reyes dejan algo más que objetos envueltos en paquetes relucientes con felicitaciones del centro comercial correspondiente. Nos dejan estampas de cajas de cartón en la basura (pocas veces en el contenedor del reciclaje), de niños en patines y bicicletas (que yo creo que los padres lo que quieren es quitárselos de en medio con la excusa de un accidente) y también nos dejan la sensación antes comentada de que ya ha empezado el año, y que se acaban las comilonas, reuniones y días ociosos.

La segunda pregunta siempre tiene las mismas respuestas, invariables cada año, pero la gente sigue jugando. Porque se juega no por la ilusión de que te toque, si no por envidia. Coges el décimo en el trabajo, en el bar, en la pescadería porque, ¿y si les toca a todos menos a mí?. Realmente el premio no importa, ni el quitarse media hipoteca (porque para una entera no da), lo que importa es que no se nos quede cara de tontos cuando toque y tú no compraste porque nunca toca... nunca toca, pero todo el mundo juega cada año por si acaso...

Y aquí seguimos, otro año más con ganas de ver qué pasa, qué nos trae, y que hacemos nosotros porque eso que traerá sea bueno. Como dice Caye, la protaginista de Princesas: existimos porque alguien piensa en nosotros, así que al menos, que piensen bien.