miércoles, 3 de enero de 2007

Amor y currículums

Las horas del descanso de las 11 de la mañana dan para mucho. Puedes empezar comentando las noticias del día y acabar hablando de castillos hinchables y camas elásticas. Cosas de la desconexión del trabajo, que deja secuelas.
Entre medias surgen temas como el de las novias. Algunos están más contentos, otros menos, alguno se conforma... pero cuando tienes novia la percepción de la realidad varía. Mientras la tienes crees que tendrías muchas posibilidades con más chicas, en algún momento piensas: "Si, si, esta quiere, se la nota, mierda!, y yo con novia...". Y claro, si es una sola, puedes dejarlo pasar, pero cuando son varias las que están en la misma situación ya empiezas a plantearte seriamente si no estarás desperdiciando oportunidades, y te preguntas: "¿y si lo dejara?".
Pero el día que lo haces descubres el error. La percepción que tenías era errónea, y descubres que todas esas chicas... desaparecen!. Oye, ni rastro, que si te has equivocado, que si yo no quería nada, que si en cuanto eres simpática todos pensáis lo mismo........
Es entonces cuando ves que el mundo femenino es como el mercado laboral: Mientras estás en una empresa ves a las demás y alguna te parece interesante. Echas el currículum para probar y resulta que te llaman, porque piensan: "si está en esta empresa es porque este tío vale la pena". Además te están formando y vas adquiriendo experiencia para no empezar de cero... ya se encargarán si te cogen te reeducarte a su manera. Total, que dejas una empresa por otra, y ya puede suceder que compares y veas que es mejor que la anterior, o que resulta que preferías la anterior. Siempre surgirán las comparaciones, tanto por tu parte, como por parte de la nueva empresa.
-"¿Y tú en la otra empresa hacías esto?. Pues no sé como te dejaban, aquí ni se te ocurra".
En este punto ya entra la valoración de cada uno para decidir si el cambio ha sido para mejor o para peor.
Pero la historia cambia si decides dejar la empresa por tu cuenta, sin cambiar a otra. Empiezas a buscar tranquilamente, porque estás seguro de ti mismo, antes te llamaban y les interesaba tu currículum. Pero según va pasando el tiempo ya no te llaman como antes. Y si te llaman te hacen preguntas con ese toque de desconfianza: -"Ajá, entonces has estado 1 año trabajando en la competencia.... uhmmm... ¿y por qué lo dejaste?....... ¿no te trataban bien?...... ¿ no te sentías valorado?.......... ¿ no será que en vez de irte tú te han echado por incompetente?".
Entonces tu crédito se resiente, ya no estás tan seguro como antes. Antes buscabas para mejorar, ahora lo haces por necesidad. Y eso se nota... Ya no eres un tipo confiado que se iba a comer el mundo, ahora vas a por cualquier migaja que caiga en un parque. Entonces estás perdido, porque huelen tu desesperación... y ya sólo te ofrecen contratos temporales en los que trabajas mucho pero ganas poco, y encima te ponen pegas para las vacaciones...

1 comentario:

Soltero con Hijos dijo...

¡¡¡Genial!!! Cuanta razón...