4 tonterías

Empieza el día estresante, viendo que se acaba el tiempo, y que no tengo nada. Hasta el supervisor soltándolas en plan "pues a ver si me vais dando algo escrito..." (mirada inquisitiva directa a un servidor). Todo caras de despreocupación, porque todos tienen su tochito hecho, y mi cara de culpabilidad porque no tengo ni para llenar un post-it. Y encima una redacción de inglés, la gente hablando de cuando se vuelven a España, planes de barbacoa, la primavera por la parte de fuera de los cristales, y yo allí metido en la mesa 8 horas, que se dice pronto. Como muy agobiante todo. Para mejorarlo decido ir a la playa con los que ya han ido allí. Pierdo el bus, pierdo el tren, 20 minutos de espera cada uno, el metro me deja a tomar por saco... pero al final ves el mar. No me acostumbro, eso de coger algo tan urbano como el metro y que salgas y esté la playa es algo que me descoloca todavía.

Y allí un choricito de bellota que quita el hipo, unas tortillitas de patatas y una coca-cola, vamos, como si estuviéramos en cualquier playa del levante, pero viendo Suecia al fondo. Y ya puedo decir que me he bañado en el Báltico. Agua fresquita, de las que te deja con la respiración justa, pero que luego sales y te quedas como nuevo. Un par de vídeos y fotos chorras y a casita, mucho más relajado. Porque los días empiezan de una manera, pero se puede cambiar el rumbo con 4 tonterías.