sábado, 7 de abril de 2007

Semana Santa

La verdad es que cuando tu semana de vacaciones empieza lloviendo, con un viaje de 400 km y sabiendo que cuando llegues te quedan otros 200 para ir a dormir puede que no sea muy alentador, pero luego los acontecimientos se suceden y pasito a pasito se hace más llevadero.

Llegas a al concierto y la cola kilométrica no avanza, más que nada porque a 500 metros se está colando una avenida entera que baja como una riada de gente. Así que le echas morro y te metes tú también, eso sí, a todo el que se cuela después de ti le abucheas y le gritas: ¡A la cola!... menudo morro... Por suerte deja de llover 5 minutos antes de que empiece el concierto y sale Shakira y prácticamente sola llena el escenario durante 2 horas. Y no te crees que te esté cantando en persona las canciones que te sabes de memoria desde hace años, y que has bailado y tarareado mil veces en los garitos. "La pared" y "No" sencillamente valen el precio de la entrada en directo.
Total, que aquello acaba y entre charcos llegas al caótico parking de barro y coches y decides que mejor cenar por allí cerca, que no hay quien saque el coche y mucho menos quien pueda salir del pueblo, porque Torrevieja, por mucho madrileño que haya en verano, es un pueblo. Y 200 km hasta el siguiente punto de parada, con TomTom despertándonos al cantar radares y salvando puntos y euritos.
Por fin el descanso, paseo por la Malvarrosa, arroz a banda mirando al mar, paseo por la copa América (Pijolandia versión naútica), cenita, horchata y a la cama. Y al día siguiente, mirando viajes de novios, te planteas si lo de casarse merece la pena más que nada por el viaje, que ya te da igual tirar la casa por la ventana. Te das cuenta de que posibilidades hay a patadas, y que la mayoría está diseñado para parejas. Porque dime tú quien se hace un crucero por las islas griegas tú solo. Serías el bicho raro del barco. Al parecer hay una cena con el capitán, que seguro que en vez de cenar te lleva al bar y te dice, pero alma en pena, échate una novia y vente con ella, que pareces un garbanzo en una olla de lentejas.
De vuelta a Madrid empieza la otra semana, la de descansar pero ya en casa, que es otra manera de verlo. Es como cualquier otra época, pero el reloj no tiene la marquita del despertador, te da igual cuando te acuestes y miras horarios de actividades un jueves que están antes de las 19h. Así que como llueve aprovechas y vas al cine a ver "300". Un peliculón, con una fotografía acojonante, y que viendo el cómic se queda corto.
También hay una visita a Ikea, que es ideal para ir con pareja... y salir sin ella. Qué desesperación, no hay quien encuentre las almohadas, los taburetes, si querías ver algo y te lo has pasado, vuelve para atrás, a contracorriente, que te miran raro, porque no sigues las flechitas hacia los dormitorios y los salones comprimidos. Lo de buscar en el autoservicio merece mención aparte. Glamour la verdad es que tiene poco, aparte de unos nombres rarísimos, que no hay quien encuentre. Y cuando por fin lo encuentras resulta que lo que tú quieres es lo único de lo que no hay. La inmensa estantería está llena de cajas apiladas, menos un huequecito que es justo tu armario. Ese está vacío, y te dicen que tardarán 3 semanas en traerlo... Total, que te llevas uno parecido en otro color, con nombre similar y tamaño parecido, y cuando llegas a casa descubres que no tiene nada que ver. Tú tan contento pensando que ya tenías el armarito para el baño y resulta que es una banqueta ergonómica de cristal... y vete a devolverlo. Aquello parece la sala de espera de un aeropuerto, eso sí, con tickets como los de la pescadería para que no tengas que pegarte por tu turno, todo un detalle. Menos mal que la tarde acabó mucho mejor, porque al menos el futón es cómodo.

Y para terminar una salida nocturna. Quien me iba a decir que aguantaría 2 horas en un bar donde la única música es merengue, salsa, bachata y reguetón. Será que uno se va haciendo mayor y abre su mente. Ves a la gente que da unas vueltas y unas piruetas que ya dudas si es un garito o te has ido al circo. Que lo ves al principio y mola, pero cuando paran están exhaustos y sudando. Eso si, te dicen que se lo están pasando bomba, que te animes, aunque parezca que acaben de correr la maratón.
Y a lo largo de la noche van saliendo temas y frases para recordar, y una que resume muy bien el aprendizaje en todos los ámbitos de la vida es "el suelo enseña". Montas en bici por primera vez y te caes, y te vuelves a caer, y te haces polvo las rodillas, pero sigues montando, porque cada vez aprendes algo, hasta que sale y mantienes el equilibrio.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que grande lo del capitan y echarse novia...

En fin si es que hasta las hipotecas piensan en dos personas pagando creo yo...

;)

Nxo dijo...

Graciaaas!!! por el comentario, que nadie deja ni uno, aunque sé que hay lectores asiduos ;)

Es cierto, al final el mundo está pensado para dos, o potencias de dos.

Anónimo dijo...

...joer potencias de dos lo que debe de ser eso...

...uf uf que calores entrab solo de plantearmelo...