Diurnidad

Ya van llegando las fechas tope para informes, proyectos y demás entregas, y el tiempo comienza a apremiar. Como resultado me ha tocado quedarme alguna noche hasta las 4 despierto haciendo el puñetero "report", y a esas horas ya es de día. La sensación de acostarse cuando ya ha amanecido, y más sabiendo que madrugas, es bastante desalentadora. Claro, que cuando sales de marcha los demás días de la semana, y te acuestas 3 días seguidos a esa hora (o más tarde), ya empieza a convertirse en costumbre, y me recuerda a la época de cuando curraba a turnos... que tiempos, volviendo a casa amaneciendo después de noches duríííísimas, currando a destajo... o no.

También me acuerdo de esas noches de exámenes que te quedabas despierto, aprovechando que era el momento de más silencio y tranquilidad, y que te habías tirado el día entero con gente "intentando estudiar", pero que al final sólo marujeabas. Esas noches de biblioteca a las 3 de la mañana, volviendo a casa y preparando macarrones. Qué tiempos...

Aún así, es difícil acostumbrarse a ver el sol a las 3 de la mañana, clareando. Que no termina de haber oscuridad total, siempre queda un resquicio de luz en algún lugar del cielo. Y se supone que en un par de semanas todavía habrá menos noche. A poco que te quedes viendo una peli ya se te hace de día, y otra vez a acostarte creyendo que te has pasado y que tienes que reformarte. Parafraseando a "La Fuga": vivo más de día, que de noche.